Esta semana, en el programa Jugando y mucho Más, uno de los niñ@s relataba que había tenido un conflicto con su hermano y cómo, aunque su hermano se había disculpado, él no era capaz de perdonarlo. Le ayudamos a poner nombre a esa emoción, hablando con él sobre el resentimiento, y haciéndolo entender que eso no es bueno para él, ni para su hermano… Le ofrecimos una pautas para poder manejarlo.
El Resentimiento
El resentimiento es un sentimiento que refleja hostilidad hacia algo o alguien.
La ira no resuelta sobre un acontecimiento, el enfurecimiento o la incapacidad para perdonar.
CÓMO MANEJARLO
La única forma de eliminar el resentimiento es perdonar o aceptar la situación que ha ocurrido. Hay varias formas de llegar a ese punto.
1. Saber que a veces ocurren injusticias en la vida, pero que no me ocurren sólo a mí, y que no puedo hacer nada por evitarlas.
2. Mejorar la autoestima y la seguridad en uno mismo, para que no me afecten tanto las situaciones negativas.
3. Ser positivo: ver estas situaciones como formas de aprender y, si es posible, evitarlas en el futuro.
4. No quedarse anclado en el pasado: revivir mentalmente la situación no sirve para nada ni nos ayuda a avanzar, sólo reaviva los sentimientos de enfado y frustración.
5. Expresar cómo nos hemos sentido: sacar «literalmente» la frustración de nuestro cuerpo.
6. Perdonar: aceptar que las personas cometen errores (a propósito o sin querer) y que a veces nos afectan. De la misma manera, nosotros también cometemos errores y queremos ser perdonados cuando nos arrepentimos. Conocer y entender las razones de la otra persona para hacer lo que hizo (ponernos en su lugar) ayuda a perdonar.