En las últimas semanas ha quedado latente la importancia que tiene la amistad en la etapa infantil. El cole es la primera escuela de socialización y es aquí donde las habilidades sociales comienzan a tener mucha importancia para el desarrollo emocional de los menores.
A los 6, 7 años de edad es cuando empiezan a tomar conciencia y necesitan pertenecer a un grupo. Nosotros como adultos tenemos que estar alerta para que los niñ@s se integren de forma adecuada, pero se estarán preguntando, ¿por qué comentan esto?
Semanas atrás, dos de nuestros alumnos nos revelaban que no tenían muchos amigos y al preguntarles por el motivo, nos argumentaron que no lo sabían muy bien. Al hablar con la otra parte, nos expusieron que no querían jugar con ellos porque siempre imponen sus juegos y criterio.
Desde que comenzamos el taller de Jugando y mucho MÁS siempre hemos hecho hincapié que para jugar es necesario respetar al compañero en la toma de decisiones, acciones, pensamientos, etc. Además de recordar, ya sólo en ocasiones, lo importante que es disfrutar y pasadlo bien.
En días posteriores ofrecimos en el taller pautas y recursos para hacer más amigos, insistiendo en la importancia de saber y aprender a ceder.
Al principio no entendían muy bien el significado de la palabra “ceder”, pero como en el taller esta situación la vivimos continuamente, lo comprendieron rápido porque si por ellos fuera, sólo jugarían al fútbol así que habitualmente tienen que ceder para que podamos realizar otros juegos.
Aprovechando que este post está dedicado a la amistad, es fundamental que los padres hablen con sus hijos sobre la importancia de tener una “buena” amistad, de fomentar relaciones saludables desde la infancia y explicar el valor que tiene ésta.
Hay que enseñar a los más pequeños a que deben respetar y ser respetados; a querer a sus amigos sin burlas, ni insultos; a que no siempre se puede jugar a lo que ellos quieren; a aceptar y aprender nuevos juegos que sus amigos propongan porque casi seguro, se van a divertir, etc.
Es en esta etapa de la vida cuando se empiezan a asentar las bases de las futuras relaciones. El modo en que se aprende a relacionarse a estas edades, influirá o en ocasiones será el modelo o la forma de establecer en el futuro, las relaciones personales.