Hoy, y con el debido respeto, voy a hablar de mí. No os voy a contar ninguna experiencia del taller aunque en realidad para mí; sí lo es y además, son de esas auténticas que ocurren en la vida, ahora me comprenderéis.
Nuestros niñ@s están de vacaciones y espero, jugando y enseñando los juegos que han aprendido durante estos meses, pero como os decía, hoy no voy a contar vivencias, situaciones o algunas de las miles de anécdotas que hemos vivido durante estos meses; como comentaba, hoy toca me toca hablar a mí o de mí y lo quiero hacer desde el corazón para agradecer a todos ellos que a día de hoy, soy un poquito más feliz.
Feliz porque he contribuido durante 8 meses a su crecimiento personal y emocional.
Feliz porque he podido compartir, apoyar y ayudar a reducir su ansiedad, sus miedos, dando paso a la sinceridad, serenidad, compresión y a la complicidad de todos los que hemos formado parte en los talleres de Jugando y mucho MÁS.
Feliz porque he visto cómo día a día aprendían a saber “qué les pasa por dentro”, colocando las palabras exactas a sus sentimientos.
Feliz porque saben hacer amigos, resolver sus problemas y disfrutar su día a día.
Feliz porque, cuando les pregunto cómo se sienten, me contestan: bien, feliz, fenomenal…
Y todo esto, amig@s, me mueve y me conmueve porque sé que de esta experiencia y aprendizaje, en estos primeros años de sus vidas, les ayudara a que en un futuro, se enfrenten a la vida (por ahora, al mundo que les rodea) con una actitud fuerte, sabiendo identificar qué quieren, por qué lo quieren, desde el respeto, el cariño y la comprensión al que tienen enfrente.
Así que ya entendéis, el motivo por el que he querido hablar de mí y la razón por la que hoy, soy más feliz.
Ahora, vamos a disfrutar del verano y en septiembre seguiremos Jugando y mucho MÁS
¡Felices vacaciones!