Es importante ayudar a nuestros menores a que aprendan a hablar en público y hemos rescatado este artículo publicado en el periódico digital, www.abc.es donde nos ofrecen unas claves para trabajar desde la familia:
1.-Apóyalos para hablar en público.
Los niños aprenden y repiten muchas conductas de los padres. Si les enseñas que hablar en público es fácil y divertido, perderán el miedo a hacerlo. Muchos bloqueos e inseguridades nacen desde que somos pequeños y crecemos con algunas creencias que más tarde son difíciles de cambiar. Anímalos en este camino. Háblales en positivo sobre lo que significa ser un buen orador y recuérdales que todos podemos hacerlo.
2. Recuérdales que el secreto es ser uno mismo.
Los niños cumplen perfectamente las tres claves imprescindibles de la oratoria: naturalidad, humildad y corazón. Enséñales simplemente a ser ellos mismos. Cada vez que tengan que exponer en el colegio o hablar frente a sus compañeros, recuérdales que el mejor secreto es no tratar de imitar a nadie y que deben ser los mismos que están en la casa, jugando o divirtiéndose en la escuela. Fortalece sus cualidades. Recuérdales lo mucho que valen y que nunca se esfuercen en ser algo diferente a lo que son.
3. Ayúdalos a emplear la postura de «neutralidad».
Es una posición en la que el niño está de pie, con su peso equilibrado en ambas caderas y los brazos colgando. Sus brazos y sus manos se mueven en cuanto comienza a hablar. Enséñales que al hablar en público no pueden tocarse el pelo, la cara, poner «brazos en jarra» o cruzar brazos o piernas porque eso no da sensación de seguridad.
4. Anímales a contar historias.
La oratoria se nutre de grandes historias y anécdotas para enganchar al público. Es importante motivarles a inventar sus propias historias y a contarlas después. Celebra sus cuentos y recuérdales el valor que tienen sus vivencias cada vez que tengan que hablar frente a sus compañeros.
5.- Enséñales algunos trucos de la oratoria.
Anímalos a realizar «un buen principio» y «un buen final» en cualquier presentación que hagan. Se trata de un gran secreto que tienen los grandes oradores y que los niños pueden repetir en sus presentaciones. Puede ser una pregunta al público, entrar bailando o cantando, decir una frase con rotundidad o cualquier otra cosa que se les ocurra.
6. Ayúdalos a emplear su voz.
Para contar bien algo es necesario emplear «adecuadamente la voz», sin acelerarse o hablar demasiado despacio. Pídeles que ensayen frente a ti y recuérdales este punto. Y que sepan poner voz a cualquier personaje de su historia.
Y, por supuesto, después de tener en cuenta todos los pasos anteriores, recuérdales que la mejor clave para la oratoria es: practicar, practicar, practicar. Es decir, que cada vez lo harán mejor.
Para leer la noticia completa pinche aquí: Las seis claves con las que ayudarás a tus hijos a hablar en público