Salud Mental, un Derecho Universal: ¿Qué ocurre con nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes en desventaja social?
El 10 de octubre de 2023 marca un hito importante en la concienciación mundial sobre la salud mental. Con el lema «Salud Mental, Salud Mundial: Un Derecho Universal» en este Día Internacional de la Salud Mental, desde Fundación Alentia queremos poner el foco en una población vulnerable y a menudo pasada por alto: niños, niñas, adolescentes y jóvenes en situación de desventaja social. ¿Por qué garantizar su salud mental es esencial y cómo podemos trabajar juntos para hacer de la salud mental un derecho universal para todos?
La Importancia de la Salud Mental en la Juventud
La salud mental es un componente vital del bienestar en todas las etapas de la vida, pero es especialmente crítica durante la infancia y la adolescencia. Durante estos años, los jóvenes desarrollan habilidades sociales, emocionales y cognitivas fundamentales que les servirán a lo largo de sus vidas. La salud mental es la base para afrontar los desafíos de la vida, favorecer aprendizajes esenciales para su desarrollo integral, establecer relaciones saludables y contribuir positivamente a la sociedad.
Sin embargo, los niños, niñas, adolescentes y jóvenes tutelados y extutelados o en situación de desventaja social, ya sea por su situación familiar o por otras razones, a menudo enfrentan obstáculos significativos para mantener una buena salud mental. Factores como la falta de inmediatez en el acceso a los recursos ante situaciones de urgencia, su historia previa de trauma, la dificultad para acceder a una educación en el caso de los jóvenes, la discriminación de este colectivo y las largas listas de espera en la sanidad pública, pueden contribuir al desarrollo de problemas de salud mental en la adultez.
Desafíos a los que se enfrentan los jóvenes en situación de desventaja social
- Los jóvenes en situación de desventaja social a menudo enfrentan una serie de desafíos que pueden aumentar su vulnerabilidad a problemas de salud mental. Estos desafíos incluyen:
- Falta de acceso a servicios de salud mental: Muchos jóvenes en situaciones precarias no tienen acceso a servicios de salud mental adecuados. La falta de recursos y la estigmatización de la salud mental pueden obstaculizar la búsqueda de ayuda.
- Violencia y trauma: La exposición a la violencia y el trauma, ya sea en el hogar o en la comunidad, puede tener un impacto devastador en la salud mental de los jóvenes. Esto conlleva estar expuesto/a a niveles altos de estrés de manera crónica, lo cual impacta negativamente al desarrollo.
- Desigualdades en la educación: La falta de acceso a una educación de calidad puede limitar las oportunidades futuras de los jóvenes y aumentar su estrés y ansiedad. En jóvenes en riesgo de exclusión social, en muchos casos el acceso a la educación no está garantizado puesto que deben cubrir necesidades de vivienda y solvencia económica frente a la opción de comenzar una formación que desearían.
- Discriminación y exclusión social: La discriminación basada en la raza, el género, la orientación sexual u otras características personales puede socavar la autoestima y la salud mental de los jóvenes.
El Derecho Universal a la Salud Mental
El lema de este año, «Salud Mental, Salud Mundial: Un Derecho Universal», nos recuerda que la salud mental es un derecho humano fundamental. Todos y todas, independientemente de su edad, género, origen étnico o situación económica, tienen derecho a recibir atención y apoyo para su salud mental.
- Para que este derecho sea una realidad para los niños y jóvenes en desventaja social, es necesario abordar:
- Acceso a la atención. Debemos asegurar que haya servicios de salud mental accesibles y asequibles disponibles para todos los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, sin importar su situación económica.
- Sensibilización y concienciación. La educación sobre la salud mental debe ser parte integral del currículo escolar y de los programas estatales. Son claves para reducir el estigma y fomentar la búsqueda de ayuda cuando sea necesario.
- Prevención y apoyo temprano. Identificar y abordar los problemas de salud mental en una etapa temprana puede prevenir problemas más graves en el futuro. Las comunidades y las instituciones deben estar equipadas para proporcionar apoyo temprano. Una infancia con situaciones adversas no tiene por qué suponer una adultez infeliz.
- Fomentar un entorno de apoyo. Las familias, las escuelas y las comunidades deben trabajar juntas para crear entornos seguros y de apoyo que promuevan la salud mental positiva.
En el Día Mundial de la Salud Mental de 2023, recordemos que la salud mental es un derecho universal que todos debemos defender.
Es esencial que nos centremos en los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en situación de desventaja social, ya que son particularmente vulnerables a los desafíos de la salud mental. Al trabajar juntos para garantizar su acceso a la atención y el apoyo necesarios, podemos contribuir a un mundo donde la salud mental sea verdaderamente universal. Donde cada niño, niña, adolescente y joven tenga la oportunidad de alcanzar su máximo potencial. Juntos, podemos construir un futuro más saludable para todos.