Superando el Blue Monday: Estrategias terapéuticas en Fundación Alentia. Empezamos nuevo año, y desde Fundación Alentia mantenemos firmemente nuestro compromiso con la salud mental.

Hemos cerrado el año 2023 muy agradecidos de haber podido llegar a tantos menores y jóvenes a encontrarse con ellos mismos, a trabajar sus historias vitales y a lograr adquirir aquellas habilidades necesarias para los retos que se les presentan.

Para lograrlo contamos con la colaboración de diversos profesionales experimentados, que desde sus diferentes enfoques, acompañan en este proceso tan personal.

Y es que no existe una solo perspectiva desde el que afrontar nuestras problemáticas. Dada la diversidad de vivencias y formas de ser que podemos encontrar, para Fundación Alentia es vital contar con colaboradores versados en diferentes escuelas que puedan ajustarse a las necesidades de nuestros chicos.

Es por ello que hoy hemos querido acercar algunos de los enfoques desde los que solemos trabajar:
  • La psicología cognitivo-conductual imagina que nuestra mente es como una computadora y se enfoca en cómo nuestros pensamientos (cogniciones) influyen en nuestras emociones y acciones (conducta). Desde este ángulo,  se trabaja de cara a  cambiar patrones de pensamiento y comportamiento para mejorar la salud mental.
  • La psicología sistémica, una rama que no solo observa a la persona individual, sino que considera las relaciones y sistemas en los que vive. Si pensamos en una red la psicología sistémica se enfoca en cómo las interacciones entre individuos y su entorno influyen en su bienestar psicológico.

Desde el  psicoanálisis, ampliamente reconocida por Sigmund Freud, se propone que hay partes de nuestra mente a las que no accedemos conscientemente, por lo que busca explorar los procesos inconscientes para comprender y tratar problemas emocionales.

En el caso de la psicología humanista se centra en el crecimiento personal y la autorrealización, poniendo énfasis en el potencial humano para alcanzar la plenitud y la autenticidad.

Por último pero no menos importante, el EMDR consiste en una terapia que ayuda a las personas a procesar recuerdos dolorosos o traumáticos y que se utiliza para tratar el estrés postraumático, pero también puede ser útil para otras experiencias difíciles que siguen afectándonos.

Esta y otras muchas ramas tiene sus propias herramientas y técnicas, ¡y lo genial es que no hay una única respuesta correcta! La clave está en encontrar lo que mejor funcione para cada persona  y su bienestar emocional. Algunos terapeutas pueden combinar elementos de distintas ramas para adaptarse mejor a las necesidades individuales de cada persona.

Fundación Alentia