Bendita Inocencia
Esta historia está basada en hechos reales, pero los nombres han sido cambiados, aunque ahora que lo pienso, hubiera dado igual 🙂
Comenzamos:
Mamás y papás a la salida de un cole, niños con ganas de merendar y jugar… Pero, como hoy hace mucho frío (según los expertos es el día más frío del año), evidentemente, nadie propone ir al parque. Es más, todos salen pitando para sus casas. Hasta aquí todo normal.
Esa tarde, mi compañera jamás se esperaba el misterio que estaba por llegar.
Minutos después de despojarse de todas las capas, que a modo de cebolla estos días todos llevamos marcados por la situación climatológica; observa que tiene un mensaje en el móvil del chat de los padres del cole:
-Ana: Buenas tardes, perdonad que os moleste, ¿a alguno de vuestros hijos se le ha caído un diente?
-María: Aún no, Ana.
-Luisa: Al mío creo que no le falta ninguno… Voy a mirar.
-David: Ayer a mi hijo se le cayó uno, pero lo tengo en mi poder.
-Otra mamá: Sé que a Eduardo se le cayó uno ayer, pero su mamá lo llevaba en una caja muy bonita.
-Ana: Es que mi hijo nada más verme en el colegio, todo emocionado, me ha dado un diente y ¡él tiene todos! ¡Creía que podía engañar al Ratoncito Pérez!
Ahora os tendría que dibujar los miles de emoticonos que a continuación se veían en el chat: corazones, risas, caras de sorpresa, caras de misterio, etcétera.
-Beatriz: ¡Qué bonitos son, bendita inocencia!
Hasta que un papá del cole interrumpe:
–Esto no se puede quedar así, vamos a investigar lo sucedido.
Los componentes del grupo piden ayuda a sus hijos para tratar de desvelar el misterio. Y, unos minutos después: ¡Tachán! Caso resuelto, me dice mi hijo que a Jorge se le ha caído un diente.
-Luisa: ¡Esperad, está información tiene que ser contrastada!
Efectivamente el diente es de Jorge, información confirmada por varios niños de clase y por la mamá del afectado.
-Ana: Muchas gracias a todos, mañana se lo devolveremos a su dueño para que el Ratoncito Pérez pueda realizar su trabajo.
Nota: Disfrutemos de la inocencia de los niños, que la vida ya se encargará de quitársela como el diente del amigo, 🙂